Laurent Fignon. (La Leyenda Continua) ( Parte 3 de 6 )

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#426559Fecha: 18-11-2011

Laurent Fignon. Su vida. Su historia deportiva.
(Continuación).
La mano derecha de Hinault.

De todas maneras y situándonos en la temporada de
referencia, cabe decir que Fignon fue el artífice
directo, la mano derecha de otro hombre destacado
del mundo del pedal: el bretón Bernard Hinault,
que se adjudicó la Vuelta a España gracias a la
fiel ayuda de Fignon. Los dos compartieron los
esfuerzos dentro de un mismo equipo, la Renault,
que les proyectó hacia la fama, una fama que de
años los entusiastas franceses venían persiguiendo
con natural anhelo.

Hinault ya llevaba algún tiempo destacando.
Mientras que Fignon era un paladín recién
descubierto en aras al ciclismo. Formó parte de la
comparsa que comandaba el capitán Hinault, otro
corredor con encendido carácter al que nadie osaba
pisarle el terreno. Fignon, al principio, no pasó
de ser un simple peón de brega al que le adornaban
unas enormes facultades físicas. Para actuar por
su propia cuenta o iniciativa, Fignon, encontró
por pura carambola, el camino expedito anta la
ausencia obligada de su jefe de filas, Hinault,
que se vio obligado a ausentarse del Tour año
1983, al agudizarse sus problemas en los
ligamentos de la rodilla derecha. Se debió someter
a una intervención quirúrgica, y así fue como
Fignon, con o sin alas, pudo ganar a sus anchas
aquel su primer Tour.

Al ciclista parisino se le consideraba como un
vivo ejemplo de una persona en fragante evolución.
Muy moderno en su porte y diferente en sus
actitudes. En aquella misma época aparecieron dos
ciclistas con la esperanza de llegar muy arriba en
la esfera del pedal de las mismas maneras que él.
No eran otros que sus compatriotas, Jean- René
Bernaudeau, procedente de una familia acaudalada,
y Jean-François Bernard, algo inconstante en sus
actuaciones. Con el pasar de los años, se comprobó
que eran dos simples estrellas sin mucho brillo.
Los caros deseos, las ilusiones, en no pocas
ocasiones equivocan los caminos y se cae en el
error.

La clave de sus muchos éxitos deportivos, fue la
amalgama, la conjunción de su director técnico, el
antiguo corredor ciclista Cyrille Guimard, con
Bernard Hinault, ciclista meteórico, y con Laurent
Fignon. Momentáneamente fue un trío que
impresionó. A la larga, sin embargo, tocando más
las realidades del momento, se agudizaron ciertas
discrepancias por la incompatibilidad de
caracteres. No todo fue un camino de rosas,
diríamos en un sentido amplio de la palabra. Ni
para uno ni para otro.

Fuente: www.amigosdelciclismo.com