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El bautismo de tierra de Miss White

El bautismo de tierra de Miss White

OK, después de un fin de semana de tratar de sacarle el jugo a Miss White, puedo tirar un par de conclusiones. Primero que nada, tengo que explicar lo que me movió a tratar de conseguir un cuadro así: Desde hace un tiempo había estado coqueteando con la idea de comprar un cuadro doble, pero no cualquiera. Quería más que nada uno que me salve de los impactos fuertes, que sea capaz de resistirlos casi sin inmutarse, que no moleste al pedalear, que por geometría soporte una horquilla de unos 140mm, y que además, no sea un plomazo. En resumidas cuentas, una bici de Slopestyle...

Con éstas restricciones, lo primero que se recorta es el recorrido. Es más, en mi opinión, más del 90% de los ciclistas no necesitan más de 100mm de recorrido trasero, siempre y cuando se escojan la geometría y el sistema correctos. Así, por robustez y simpleza, los candidatos naturales eran del estilo del Banshee Rampant, el Transition Double o el Jamis Parker. Viajé a USA con la idea de conseguir un Parker, porque el segundo limitante era el precio, ya que los otros dos se van casi al doble. Y casi por arte de magia, se cruzó éste Iron Horse, que cumplía bastante bien casi todos los requisitos...

Establecido cómo llegué a Miss White, vayamos a las conclusiones dinámicas de la prueba.

Primero que nada, con 25% de SAG, es casi imposible sacarle los 125mm de recorrido trasero, aún cuando el sistema se comporta de maravillas en los baches pequeños. Esto se debe a que la regresividad natural del DW-Link queda muy bien compensada por el Fox Float de cámara pequeña, creando un último tercio del recorrido extremadamente progresivo. Así que decidí quedarme con un 30% de recorrido muerto, lo que permitía aprovechar por completo la carrera del amortiguador, pero sin llegar a hacer topes bruscos. Cargué el amortiguador con mi peso en libras, y estaba listo para rodar.

Otro de los detalles interesantes es que el amortiguador trabaja casi sin freno en compresión, y con el rebote totalmente abierto (a lo sumo, llegué a cerrar dos clicks de los 9 disponibles). Este setting me permitió pedalear con soltura, sin molestos tirones de cadena, y ser capaz de salir pedaleando de las curvas, aprovechando el grip extra que la suspensión trasera me brindaba. Y todo esto sin salir escupido por el rebote en los aterrizajes más bruscos (acá es donde se nota la válvula de rebote de doble flujo que la gente de PUSH le instala al Float como parte del tuning: es rápido en impactos pequeños, pero se ralentiza en los grandes).

No siendo un usuario habitual de bicis dobles (he probado unas cuantas, pero nunca tuve la posibilidad de adecuar los reglajes del amortiguador a mi peso y estilo de conducción), debo decir que casi tuve que volver a aprender a pedalear. Es hermoso dejar hacer a la trasera, pasar los dubbies y serruchos de manual, o simplemente ser capaz de apretarle al pedaleo nada más entrando en la curva. Buscar la línea más rápida en lugar de la menos bacheada es francamente emocionante!

Los downsides (o lo meno', en buen criollo) son que el cuadro pide a gritos una Pike 140mm Solo Air (ya me duele el bolsillo, veremos cuando y como se puede llegar a ella), y un eje pasante de 10mm en la rueda trasera. Y que yo tengo menos estado que Palestina, así que voy a tener que trabajar duro este verano para estar a la altura de la bici...

Si bien la Argyle se ha vuelto bastante más sensible de lo que era recién comprada (hay como 97 'razones de peso' para ello), se queda corta ante el buen hacer de la trasera. Aún cuando es capaz de pegar la rueda al piso en las recepciones más bruscas sin chistar, el poco 'tracking' del terreno que tiene en serruchos o baches repetidos me valió el llevar ahora medio kilo de frutillas en el cuerpo.

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