Salida seminocturna a La Paz, Córdoba

El 14 de noviembre, al otro día de volver del Áspero (http://www.btt.com.ar/nota/587/587794.shtml) la mañana se presentó con muchísimo viento. A la tarde el calor era impresionante, peor que en días anteriores. Como estaba con la piel arruinada decidí hacer una salida corta al atardecer. Para eso cargué a full la batería de mi linterna porque parte de la vuelta podría ser de noche.

Primero visité el algarrobo abuelo, un árbol de más de 800 años, testigo de la historia y después encaré hacía La Paz, pueblo cordobés muy cercano a Merlo, San Luis, mi punto de partida. Hermoso poblado que hace honor a su nombre; lo recorrí y disfruté de su tranquilidad en la plaza central. Por fin encaré para el lado de las sierras. Exploré los caminos cercanos a un lugar conocido como "Loma Bola".

Cuando la prudencia indicaría que ya era la hora de volver, vi un cartel en un desvío de caminos que rezaba: "cruce de arroyos". "Bueno", pensé, "si se molestan en poner un cartel debe ser algo interesante" y empecé a subir por aquel lugar. Otra intercepción y nuevo letrero. El lugar estaba más lejos de lo que pensaba pero otro cartel me indicó que iba en la dirección correcta. "Caramba", me dije, "esto debe ser muy bueno". Me motivaba también la belleza del paisaje, con las sierras de fondo y la exuberante vegetación.

Luego de un trecho, pasé por un sitio donde se cruzaban dos arroyos encauzados, como se estila allá, como si estuviesenentubados al aire libre (ver foto). Seguí,
pensando que debía haber algo más, hasta que el camino murió en una propiedad privada. En eso ví a un baqueano en una moto de enduro, como se estila allá, y le pregunté: "¿¿pero dónde está el famoso 'cruce de arroyos'?? ¿Era eso que estaba ahí atrás?¿Eso es todo?". Se rió y contestó: "sí, eso es todo". Y yo: "Encima, ahora me agarra la noche acá. Decí que todo el entorno es un lindo lugar". Él, riendo más: "Sí lindo lugar, lindo lugar para el robo" (sic) y siguió camino.

Debo agradecer al "cruce de arroyos" que me haya sorprendido la noche allá. Prendí mi potente luz genérica china y todo el descenso por esos caminos desconocidos fue hermoso en la noche. El miedo a perderme, lo tenía, pero siempre hacia abajo sabía que tenía que toparme de nuevo con la ruta 14 y así fue. Después de aprovisionarme de bebidas nuevamente en La Paz, retomé la ruta hasta Merlo. La oscuridad total solamente vencida en mi oasis de luz. Las sierras delante del fondo de estrellas, una noche
cálida, tranquila.

No tuve problemas con los autos, mi bicicleta era como un faro, todos se alejaban los 1,5 metros recomendables y más también. La llegada a Merlo fue perfecta.

Un día que pensé perdido para el ciclismo, terminó siendo bastante bueno y pude pedalear al menos 56 km. Además, pensándolo bien, "el cruce de arroyos" tenía lo suyo, aunque me hubiese gustado algo más natural.

(Las fotos nocturnas las saqué sin flash. Toda la luz que se ve es la que proviene de mi fiel foco chino con led cree).