Salida a La Copelina
Salí de casa sin haberme decidido para qué lado encarar. Mi derrotero me llevó por la bicisenda de la ruta 88 hacia Batán, localidad cercana a Mar del Plata, y desde allí por un camino que termina en la laguna La Brava, cerca de Balcarce hacia las sierras. La idea era contemplar las primeras sierras y volver.
Es una zona de fuertes vientos y caminos arenosos. Avanzaba siempre mirando la hora, calculando el tiempo necesario para el regreso, no sea cosa que me sorprendiese la noche por aquellos pagos. De pronto, me topé con un viejo cartel que indicada que faltaban sólamente 6 km para La Copelina. Se trata de una abandonada embotelladora de agua mineral, situada al pie de la sierra homónima.
Me había quedado con las ganas de entrar hace 3 años cuando pasé rumbo a Balcarce, me lo impidió el hecho de que hubiese gente, ya que está en un campo privado. Lo fui postergando siempre, así que no quería perder la oportunidad. Todavía estaba a tiempo de volver tranquilo, teniendo luz hasta, al menos, llegar a la ciudad. Pero no pude resistir la tentación de visitar el lugar. Llegué a las cercanías de la entrada y salté el alambrado por un sitio alejado para evitar que me vieran. Había un cartel que rezaba "prohibido pasar, propiedad privada" y era como una invitación. El cartel resultó ser una trampa ya que terminé pasando por una zona empantanada con los pies y parte de las piernas hundidas en el fango, cosa no muy recomendable en esta época.
El tema es que, como fue una salida improvisada, no sabía dónde quedaba exactamente el lugar, solamente que estaba al pie de una sierra. Me la pasé dando vueltas por senderos que no me llevaban donde quería, viendo como el sol iba acercándose al horizonte. Frustrado, ya estaba volviendo cuando, al darme vuelta, vi a lo lejos una construcción. Tomé mi útil monocular y vi ¡La Copelina! No me importó la noche inminente, ni nada. Giré y avancé en línea recta a campo traviesa. Pero había un impedimento importante: cientos de vacas y toros pastando a unos 200 metros que me miraban y se interponían entre la embotelladora y yo. Seguí avanzando y de repente, unos cuantos toros con cuernos respetables empezaron a trotar hacia mí, no muy rápido, pero con bastante decisión. Fue una situación tensa: se venía la noche, estaba a 50 km de casa por caminos solitarios y a punto de ser embestido por una arremetida de toros. Empecé a retroceder rápidamente a pie, dispuesto a soltar la bicicleta y correr. Ya tenía a algunos muy cerca cuando los animales se frenaron, me miraron y ,al alejarme más, pegaron la vuelta, conformes de haberme espantado. Tuve que hacer un larguísimo rodeo ,siempre bajo la mirada atenta de estos habitantes del campo, hasta que por fin llegué.
El sitio es muy atractivo, son varias construcciones en piedra; más que una fábrica parecen mansiones al estilo de las que aún quedan en la costa marplatense. Dentro están todavía los cajones con botellas y las máquinas, como si, de un día para otro, hubiesen abandonado todo y nunca más volvieran. Todo alrededor está lleno de plantaciones de varias especies de árboles y de vegetación que va ganándole al hombre entrando entre las piedras, colándose entre los muros abandonados. No había mucho tiempo; recorrí el lugar (por momentos trotando) sacando fotos y a volver. Recién salí de aquel campo casi a las 18hs. Bueno, tengo una luz, el problema es que no estaba completamente cargada. La prendí a la mínima potencia y le di con todas mis fuerzas para tratar de llegar a la ruta cuanto antes.
Y ahora viene la peor parte: hechos unos kilómetros y sin previo aviso, la luz se apagó... Me quedé en la oscuridad más cerrada de mi vida, sin luna, ni siquiera una luz asomándose en el horizonte, en el medio de mismísima nada. No quedó otra que recurrir a la tenue linterna del celular (apuntando justo delante de la de rueda, porque más lejos no llegaba). Apenas hube reemprendido la marcha, las piernas me empezaron a pesar como nunca, nada que ver al entusiasmo y velocidad que tenía al disponer de iluminación. En medio de la oscuridad derrapé mil veces en aquellos caminos arenosos, me comí piedras importantes y tuve que andar caminando cuando la cosa se complicaba. Por suerte o por intuición o vaya a saber qué, logré adivinar siempre el camino de retorno, sin prácticamente verlo, y no me perdí en una zona llena de cruces. Ladridos de perros me acompañaban por todos lados; algunos de estos canes estaban a escasos metros, a juzgar por el sonido, ya que no podía verlos.
Pero mi máxima preocupación era la entrada a la ciudad, me sentía más seguro en el campo. Acercarme a Batán por caminos vecinales y después, si zafaba, hacer toda la ruta 88 a tales horas era perder la bicicleta seguro. Así que no quedó otra que ir por el camino más largo y llegar hasta la ruta 226, aunque estuviese el peligro de los autos (la 88 tiene bicisenda, la 226 no) y de los chorros también(aunque en menor medida).
Todo el trayecto estuve pensando en la estación de servicio que queda a la entrada a Mar del Plata: se me había agotado el agua (no tenía previsto ir tan lejos) y no tenía nada para comer. Al llegar al comercio, me tiré rendido de cansancio, comí unas galletitas y me tomé un gatorade helado que me agujereó la garganta y me hizo tiritar de frío pero que me dio las energías suficientes para poder hacer los últimos 13 km, ya con la bendición de la luz.
Tardé 4:30 hs en hacer 50 kilómetros, en parte caminando, en parte pedaleando muy despacio en la oscuridad total. Llegué casa cansado, pero contento de no haber abandonado en el intento.
Opinion de Salida a La Copelina en Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina
Que buena AVENTURA!!!!!!! Un explorer excelente!!!!!!!!
Y con la adrenalina de la noche que te come.....TREMENDO!!!!!!!!!!
Felicitaciones!
Abrazo desde Neco
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a: Kali
Terrible, al principio no veía absolutamente nada, ni siquiera mis manos a centímetros de los ojos; en el momento que estuvo despejado se veía el contorno de los árboles al borde del camino recortado contra el fondo de estrellas y nada más. Me salvó el celular, me dio más seguridad y me permitía ver el ciclocomputador y adivinar algo del suelo, pero para pedalear era casi como nada. Y pensar que no quise cargar la luz para medir cuánto duraba (recién la compro), ahora lo sé, jaja. No pensé que tendría que hacer tantos kilómetros de caminos rurales desolados en plena noche; la salida iba a ser más corta. Pero al menos tenía la seguridad que afanar ahí no me iban a afanar, ya que no vive prácticamente: hay estancias gigantescas y sierras. El problema en ese sentido era a la entrada a Mar del Plata o en la ruta. Un abrazo
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28-06-2013 21:35
buenisimo el relato, muy vivido. muy buena aventura como dice Kali.
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muy buena aventura, y muy buen relato!! muy vivido como dijeron antes. q cagazo ese lugar!! solo te mandaste ahi? ni en pedo entro!! q capo!! saludos desde parana!
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a: lucasalberto_79
No es para tanto, mucha gente a ido, pero en grupos. Solo da un poco de cosita, además el lugar está muy alejado de cualquier zona poblada. Ni hablar de cuando me cubrieron las tinieblas... Estuvo espectacular, salvo por el dolor muy fuerte de garganta que aún tengo a causa de haber tomado una bebida casi congelada al frío de la noche. Estaba desesperado después de varias horas sin tomar líquidos y cuando la probé, me empezó a arder que parecía ácido, igual le seguí dando, jaja.
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Excelente relato, y muy bueno el lugar. Ese tipo de construcciones tienen un atractivo particular, a mi personalmente me encantan, y mas si se puede entrar a husmear! Son gigantes de piedra que esperan visitantes entusiastas.
Una vez sola me agarro la noche con la bici volviendo por rurales, venia con luz, pero asi y todo la oscuridad gana, y a veces da un poco de cagaso no ver que tenes adelante..
Estas cosas son las que le dan un sabor especiales a las salidas!
Felicitaciones y saludos desde Burzaco, Alexis.
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a: Astabile
Me gustan mucho estas cosas. Tengo ganas de hacer para este año Pueblo Escondido que es una mina abandonada en las sierras de Córdoba, cerca de Merlo, San Luis. Vi unas cuantas fotos espectaculares en este página de ese lugar.
Y si la luz la hubiese tenido completamente cargada, me cagaba de risa, ya que aun en mínima potencia me permitía andar lo más bien. Son de esos focos chinos con led cree y batería aparte, imitación de NaturalShine o MagicShine. Alumbran muchísimo pero no tienen demasiada autonomía. Un abrazo
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Pase por el camino yendo a La Brava muchas veces.Pero siempre habia gente en la casita que esta en la entrada.La ultima vez volviendo por la 226 me pegue un palo con fractura grave(puse fotos).Me operan de nuevo la semana que viene; si me recupero ,mi primer viaje tiene que ser a La Copelina..
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a: mardel89
Qué mal lo de la fractura. Me acuerdo que hablé con vos de La Copelina en otro post mío (el de Balcarce), pero los comentarios hace un tiempo se borraron solos. No sé si esta vez había gente porque salté el alambrado por un sector alejado. Hay que seguir el arroyo que nace allá (que es el Vivoratá -que termina en Mar Chiquita- o uno de sus afluentes según veo en googlemaps). Hay puentes para cruzarlo dentro del campo. Pero hay que ir con tiempo, lo mío fue muy improvisado.
Me frenó mucho el hecho de que sea privado, la posibilidad de ir tan lejos y tener que volver por no poder entrar. Pediría permiso, pagaría la entrada que me pidan pero, según tengo entendido, el dueño del campo no quiere saber nada.
Espero que te recuperés pronto. Más de una operación por una caída, qué mala suerte. A no bajar los brazos y ya vas a estar mejor cuando haya mejores días para salir.
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a: Ei_insecto
Gracias por el ánimo.El 12 me operan de nuevo y quien te dice...por ahi un día nos encontramos en algún camino de tierra...Un abrazo..
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Excelente relato y explorer.. Sabes que nosotros con Los Reynolds pasamos por alli en febrero, escondimos las bicis en la entrada y nos mandamos a pie (ibamos muy cargados con alforjas y todo eso), caminamos unos 800 metros cruzando unos campos, pero fuimos a dar con otro "alambre" con una especie de tranquera, y del otro lado había gente a lo lejos.. y decidimos abortar.. te envidio, porque el lugar es realmente hermoso por lo que veo..
Un abrazo y felicitaciones!!
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a: rikireynold
Salté el alambrado a unos 300 metros de la casita de entrada, en el límite con el otro campo y no sé si no había gente o no me vieron.
Sus salidas y viajes sí que son impresionantes; siempre miro los post de 'Los Reynolds'.
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a: Ei_insecto
muy amable tu comentario, te agradezco mucho.. no va a faltar ocasión para que nos crucemos en algún lado y podamos todos charlar un rato.. tenemos agendada una salida por Nahuel Rucá, Calfucurá, y volviendo para Mardel por la costa por la albúfera.. no sé si será viable.. cuando vayamos por ahi te aviso..
un abrazo grande!
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a: rikireynold
Justamente estoy planeando algo parecido para más adelante. Estuve una vez en la estancia Nahuel Rucá (-37.6174949, -57.4317169) con un grupo de observadores de aves (sin bici) y me encantó. Es un campo ganadero con una laguna muy conservada, casi como una reserva privada. La quiero hacer en la primavera, cerca del verano, porque tengo ganas de combinarla con observación de naturaleza. En esa estancia me contaron que vieron zorros, ñandúes inclusive. La vez que estuve vi chajáes, espátulas rosadas, cigüenas, flamencos, cardenales, muchos peludos (uno nos pasó por al lado mientras tomábamos mates en el casco de la estancia), muchos rastros del paso de carpinchos (senderos y escrementos), y un gran etc; eso que era en invierno.
Mi idea es hacer ruta 2 hasta Vivoratá, desde allí agarrar un camino paralelo a las vías hasta la estación Nahuel Rucá; después ir a la estancia del mismo nombre (hay camino rural) y pasar la noche dentro. Al otro día recorrer la laguna interna, observando su fauna y después ir a la laguna de Mar Chiquita (en varias partes de la misma) y darle para Mar del Plata, por los campos, arena, los pueblos del medio y por la parte de la doble mano que están construyendo.
Un abrazo
http://www.estancianahuelruca.com.ar/
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14-07-2013 00:37
hola mi nombre es Matias escuche de esta fabrica y con un grupo de amigos queriamos llegar y ver si nos podiamos quedar un dia acampando por ahi(sierra)te hago una pregunta si quisieras entrar por la ruta 226 no quedaria mas secar?? otra por este camino (el que hicistes voz) esta muy dificil esquivar la parte en la que estan los propietarios del campo??
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a: matiaspierguidi
Desde Mar del Plata hasta Colinas Verdes y de ahí a La Copelina subiendo la sierra o bordeándola quizás haya unos pocos kilómetros menos de distancia. Pero en cuanto a esfuerzo se sentiría como si fuera muchísimo más lejos.
Además habrá partes difíciles para hacer en bici (o directamente imposibles). Ésa es una salida más para trekking, aunque no descarto hacerla en bicicleta alguna vez, caminando donde haya que caminar pero con más planificación. Habría que averiguar si hay senderos pedaleables, porque de otro modo no tendría sentido hacerlo en bicicleta, arrastrándola todo el tiempo.
En cambio por donde fui hay caminos rurales hasta la entrada y después hay que hacer sólo dos kilómetros por senderos de vacas y ni siquiera hace falta bajarse e ir a pie.
Un abrazo
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a: matiaspierguidi
Para que no te vean podés saltar por un campo vecino y después llegar dando la vuelta por atrás. Si te metés por donde está la casita, obviamente te van a ver. Yo no sé si había gente porque pasé lejos. Quizás estaban adentro porque era ya tarde y un día de invierno. Igualmente me dio un poco de cosa, siempre uno está nervioso. Es una lástima que no dejen pasar a nadie ni siquiera cobrando entrada. Además el sitio se está viniendo abajo; faltan, por ejemplo, los techos en varios lugares (y en fotos de hace unos años se ve que estaban).
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23-11-2014 03:09
Sinceramente conozco a los propietarios y de chica visite la fabrica y no me gusta mucho ver que tanta gente se meta en la propiedad privada. Tendría que proponer que se hagan visitas autorizadas; pero bueno nada, quería compartirles que me angustia ver que se hacen caminatas no solo individuales pero grupales.
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09-01-2018 11:12
Recién encuentro tu relato y la verdad muy buena historia y sobretodo lo vivido en esa aventura poco común pero es de destacar lo atrapante ya que desde el principio hasta el fin la seguí muy buena te felicito y me gustaría hacer esa travesía y conocer la historia de esa estancia saludos
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