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piola historia

La "bici" en Salta
Con respecto a la historia de la bicicleta en Salta tuvo su comienzo en 1891, con una mezcla de terror y risa. Su protagonista era un relojero que la gran parte del día se lo pasaba encerrado en su taller ubicado frente a la plaza 9 de Julio, por Caseros. Me estoy refiriendo al "gringo" Antonio Ravizza quien de noche acostumbraba, tras la jornada cotidiana, salir a dar unas vueltas por las oscuras calles de nuestra colonial ciudad. No deambulaba ni a pie ni a caballo, sino montado en su diabólico y rústico "velocípedo" que se componía de dos ruedas, una grande adelante y otra pequeñísima atrás. Estaba provisto de un farol desproporcionado que iluminaba con un mechero a kerosén, por cierto, no mantenía quieta la luminaria al atravesar por las calles desparejas, pero sí saltarina.
Cuando los vecinos de la gran aldea salteña al observar que se aproximaba sin producir ruido un bulto con luz -ignorando que se trataba de un "machinato"- sólo atinaban a trancar bruscamente las puertas de calles y las ventanas, porque, al decir general, era una "ánima pecadora", que salía todas las noches a borrar sus pasos. Otros que regresaban a sus hogares después de la oración y al aparecer la luz corrían asustados y profiriendo alaridos angustiantes atribuyendo que se había aparecido el "mandinga". Con el andar del tiempo y cuando la "bici" se fue popularizando al "gringo" Ravizza se le suprimió el apellido para llamárselo "Antonio Mandinga".
salu2 no bardeen