Valle Inferior río Chubut.

Boca toma es el punto más al Oeste del valle inferior del Río Chubut, se puede considerar que el valle inicia allí. Es un simple murallón construido en 1971 a fin de elevar el nivel del agua a 42 msnm y permitir de esa forma que la misma pueda ser desviada a los canales de riego principales norte y sur que aportan agua de riego a toda la zona.

El pasado domingo decidimos pedalear hasta boca toma para conocer el lugar sobre el que teníamos algunas referencias pero que nunca habíamos visitado, dicen que en otros tiempos fue un sitio de recreo en el que se juntaban las personas a pasar el día y disfrutar de una jornada al aire libre.
Salimos de la localidad de 28 de Julio cerca del mediodía de una mañana bastante fría, recorrimos caminos silenciosos en los que el crepitar de nuestras ruedas parecía estruendoso, cada tanto nos deteníamos solamente para apreciar ese casi completo silencio solo alterado por los cantos de las aves.

Se viaja por caminos de tierra que en algunas partes son el límite entre el valle y la meseta y que por tramos acompañan profundos canales. Es difícil imaginar que esos canales fueron construidos "a pico y pala" por los colonos galeses en el siglo XIX. En algunos trechos había barro, señal de recientes lluvias que habían llenado charcos y mojado las huellas, el pedaleo se hacía un poco pesado pero no en exceso.

Pasamos por lugares con algunas formaciones rocosas que tienen la altitud suficiente para que algunas personas se acerquen hasta allí a practicar escalada. En algunos sitios el suelo presentaba unos colores muy agradables debido a la presencia de caolín.

Luego de haber recorrido unos 11 o 12 kilómetros observamos que el suelo tenía como motitas brillantes que le daban un aspecto especial, luego averiguamos que transitábamos por la zona llamada por los galeses "Tyr Halen" que significa "Tierra salada", el brillo se debía a las partículas de salitre que contiene el suelo.

Aproximadamente a los 13 kilómetros llegamos a un sitio en que parecía que el camino se terminaba y no había indicios de boca toma ni nadie a quien preguntar. Encontramos un camino que nos llevó hasta arriba de la meseta, tuvimos que hacerlo a pie porque las piedras sueltas y la empinada cuesta hacía imposible pedalear. Desde arriba pudimos ver un vehículo que parecía haber sorteado los montículos de tierra y se dirigía hacia donde suponíamos debía estar boca toma, descendimos y fuimos detrás del vehículo siguiendo sus huellas. Tuvimos la suerte de que pasara un motociclista que nos indicó que estábamos bien encaminados así que continuamos y poco tiempo después arribamos a nuestro objetivo: Boca Toma.

El sitio es muy lindo, debajo de un murallón sobre el que rebalsa el río Chubut se forma un espejo de agua que drena luego en algunos cauces menores. En el lugar se disfruta de tranquilidad y silencio.

Encontramos allí a las personas que venían en el vehículo que viéramos anteriormente y también el motociclista quien en realidad era un inspector de pesca de la provincia que estaba despidiendo a las otras personas que aparentemente tenían intenciones de pescar a juzgar por las cañas que estaban en el piso.

Conversamos un rato con el atento inspector de pesca que nos brindó información interesante sobre el lugar, también nos informó que allí cerca estaba la casa del "tomero" (supuse que el neologismo refería a la persona que controla y opera la toma), él no se llegaba hasta allí "por los perros".

- Vayan hasta allí, los perros son bravos pero generalmente el hombre escucha que llega gente y sale antes, nos aclaró el joven inspector.

Ese "sale antes" nos dejó pensando, ¿¡antes de qué!? ¿de que nos coman los perros? ¿y el "generalmente"? ¿implicaba tal vez que algunas veces el "tomero" no llega a "salir antes"? Lo avanzado de la tarde y una saludable inclinación por preservar la propia integridad física nos hizo desistir de la visita al tomero aunque implicara la posibilidad de conocer más sobre el lugar.

Sacamos algunas fotos, comimos unas frutas y emprendimos el regreso.

La vuelta fue más fácil y relajada, transitábamos camino conocido y sin la incertidumbre de la ida que suele alargar el viaje. Cruzamos uno de los canales principales por donde pasa el agua que riega la extensa zona fértil del valle y no pudimos evitar pensar en el enorme trabajo que aquellos pioneros galeses realizaron para convertir este lugar en el hermoso valle que es hoy.

A las 17:00 estábamos de regreso en 28 de Julio, Cargamos las bicis al auto y a casa. Otra hermosa Jornada de pedaleo.

Analía y Miguel, Julio de 2016.