TORMENTA DE NUNCA
Un relámpago cruzó la ventana como una lanza quebrada por la fuerza luminosa. La tormenta respira, parece un monstruo al acecho de diferentes criaturas de la noche. Mañana me espera Etruria, el pueblo de cuatro mil habitantes que lleva el nombre mítico de otras culturas. Ahora llueve profundo. La vida tiene ese raro misterio de colocarme al costado del alma donde crepitan las metáforas en mi sangre repleta de aventuras. El aroma del agua trae el fuego de las palabras con acentos desconocidos. La bicicleta descansa.
Al temblar los cristales por el bramido de un trueno, la luz del Hotel Valladolidad de Laborde (Córdoba) cesó de respirar y de repente nos quedamos atrapados en la penumbra espesa de un primero de marzo de algún año, perdido en los viejos almanaques de la memoria. Retumban estruendos en la distancia. Es la guerra de los cielos cargados de viejas disputas. Llueve. La hija del dueño del hotel me alcanza una luz de emergencia y ahora puedo escribir de una forma más hermosa, no por la escritura sino por el estado romántico de la situación. Solo, sin luz eléctrica, la tinta a mi disposición y el infatigable Cuaderno de los Sueños que siempre acompaña mis pasos.
La idea que tengo es, salir cerca de las diez de la mañana. Espero y deseo tener un buen clima para poder hacerlo y encontrarme con los ciclistas de Etruria que irán a Chazón a esperarme y así acompañarme los diecisiete kilómetros restantes hacia el pueblo del nombre misterioso. ¡Increíble el amor de la gente! Un grupo de veinte personas desconocidas irán a escoltarme con sus bicicletas. Es un verdadero gesto de fraternidad en el camino. Otra vez, la Travesía Ciclopoética se pone cada día más intensa. La lluvia ha frenado su brutalidad. El agua cae lenta. La luz sigue interrumpida, me queda poca carga en el celular, el silencio abarca las habitaciones del hotel, estamos fuera de temporada y hay pocos pasajeros, mientras tanto espero con el trabajo de las letras que ahora se posan en la pantalla de alguna computadora. Existen tantas vidas de otras vidas en una sola vida para escribir en cientos de cuadernos como éste que ahora tengo apoyado sobre mis rodillas. La soledad del cuarto me incita a descansar. Mañana me espera la ruta. Ahora me tiendo y sueño con la misma nada que circunda mis pasos ante la fugacidad del tiempo.
Opinion de TORMENTA DE NUNCA
Lindo relato de los momentos de espera de la aventura q se viene. Excelente felicitaciones.
Saludos desde Chile
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juan, estas afilando cada vez mas esa pluma.. tus relatos son cada vez mejores. humildemente te piso si podras subir mas fotos del viaje que estas haciendo, como para compartir aún un poco más.. te mando un fraternal abrazo naranja, y buenos caminos!
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Muchas Gracias Rikireynold. Si, tengo que subir más fotos y otros relatos. Va otro abrazo de inmensidad.
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