Anecdota increíble
Resulta que había dejado la Andes atada en la puerta del teatro san martin, y de alli se fue a almorzar a un conocidisimo restaurante de pastas cuyo nombre empieza con P de Pipo, estando sentado comodamente observa como un individuo entra al restaurante con su bici que recien había dejado atada y se mete en la cocina con ella. era un empleado que tenía otros ingresos parece. resulta q armó un quilombo terrible recuperó la bici pero al llegar la poli le recomendó que no haga la denuncia. Si me hubiera pasado a mi los hacia mierda a todos. ASi que ya saben si ¨pierden¨ su bici por esa zona no se olviden de ver como estan saliendo los porteñisimos ravioles a la bolognesa... Esto que cuento es real!