Pedalean y levantan vuelo - EL ATAQUE DE LOS BICIVOLADORES
Aguantadero biker en Villa Luro: junto a la vía del tren, reciclaron un predio y armaron una pista de 102 metros y 16 obstáculos. Hay grandes intentos de Bat Fly... ¡Y muchos porrazos!
La ciudad se transforma en un todo terreno. A metros de la estación Villa Luro descansa la pista de dirt trial más grande de la Capital. Ahí donde muchos veían un baldío lleno de grafitis, Marcelo Lupia encontró el espacio ideal para armar 16 obstáculos de tierra en los 102 metros de largo. Así, el predio se recicló para convertirse en aguantadero biker. "Venimos trabajando desde el verano, cuando el CGP 7 nos otorgó el permiso. Ahora queremos ponerle luces y cercarlo", cuenta Marcelo con tonito de "profe" a pesar de haber dejado de ser el instructor oficial del team de Vélez.
Estás avisado: si sos habitué del tren Sarmiento ya sabés que aquel que se pasa todos los días preparando el terreno es Marcelo. Y se justifica: "Es mi pasión".
¿Cómo la descubriste?
A los 8 años vi la película "Los bicivoladores" y flasheé. Empecé con mi Aurorita, soñaba con ser un bici volador y hacer un bat fly (giro de 360 grados hacia atrás), una de las pruebas más difíciles.
Con la misma idea llegan adeptos de todas partes. "Yo vengo desde Hurlingham... ¡todos los días!", dice agitadísimo Pedro después de un salto de 4 metros. ¿Fanático? "Me cambié de turno del colegio para poder venir a la tarde". Entre los habitués se destaca Dardo Valle, uno de los mejores de la categoría, que todos los sábados anda a los saltos cuando sale de su lugar de trabajo: ¡una bicicletería!
"Este lugar está destinado a la diversión; por eso no cobramos entrada", explica Marcelo, con espíritu comunitario: "Lo mantenemos entre todos. Ahora pudimos contratar un seguro, así estamos más tranquilos por si nos llega a pasar algo". ¿Deporte de riesgo? Pascual Luci apura la anécdota: "Yo me fui de la rampa y quedé inconsciente".
A la lista de lesiones se suman quebraduras de tobillos, muñecas y ligamentos, fisuras y golpes de todo tipo. "Hoy, una buena bici cuesta entre 800 y 3.000 pesos. O sea, hay que cuidarla mucho y preferís hacerte mierda vos pero no la bici", explica Mariano Fernández. Se entiende: causa mucho dolor tener que desembolsar 500 pesos por una simple horquilla.
Pero hay caídas terribles... ¿cuál fue la peor?
Pedro: En Hurlingham teníamos un circuito lleno de árboles. Todas las semanas me llevaba puesto uno hasta que me quebré el tobillo en tres partes. Estuve tres meses sin andar y en lo único que pensaba era en volver a subirme a la bici.
¿Y cuando no están por acá?
Marcelo: Hacemos "street". Co mo todavía acá no tenemos luces, nos vamos para Belgrano o Puerto Madero. Buscamos bordes, barandas, bases grandes... cualquier cosa sirve con tal de seguir saltando