Por las Serranias del Ancasti

Por las serranías del Ancasti

Fecha: 19, 20 y 21 de Enero de 2007
Integrantes: Pedro Bravo, Luis Mendez, Rodrigo Novotny, Mario Rodríguez

Bicicletas: Zenith Tibet, Gary Fisher Marlin, Zenith Astra, Diamondback Outlook

Recorrido:
1er. Día: Frías – Anjuli (18km) – Ancastillo (28 Km.) – La Candelaria (40 Km.) – San José (55 Km.) – Anquincila (66 Km.).
2do Día: Anquincila (por pavimento)– El Taco (11 Km.) – Morteros (37 Km.) – El Portezuelo (cima de la cuesta) (50 Km.) (fin del pavimento) – Huayco Hondo (64 Km.) – Guayamba (86 Km.) – El Alto (93 Km.)
Acumulados: 159 Km
3er Día: El Alto – Los Corrales (30 Km.) – Frías (72 Km.)
Acumulados: 231 Km
Nivel: Medio-Alto

Integrantes de la Agrupación de Cicloturismo de la UNSE, teniendo como invitado al amigo Rodrigo, en la madrugada del 19 nos dirigimos vía automotriz desde Santiago del Estero hasta Frías (150 Km) sobre el limite con la provincia de Catamarca, desde allí, cruzando el río Albigasta por el puente viejo y con rumbo oeste, transitamos 12 Km por una larga recta de ripio, hasta llegar al primer cruce, donde se dobla a la izquierda, hacia Anjuli, allí cruzamos el río, que estaba seco, y es muy peligroso cuando trae agua, primer descanso con casi 25 Km. acumulados, en el cruce que, hacia la derecha, nos lleva a Ancastillo, reconocible por un inmenso quebracho a la par de la primera subida (anticipo de otras tantas).
Apenas re-iniciamos la marcha un gran inconveniente, se rompe el fusible de la bici de Rodrigo (que hacemos !?). Se procedió a cortar la cadena y montarla fija sobre un 34-28, y pudimos continuar. Un poco mas adelante visitamos las ruinas de la antigua iglesia jesuítica de San Roque de Ancastillo, construida en el año 1616. El camino es una continua sucesión de cortas bajadas y falsos llanos alternados con empinadas subidas, todo enmarcado por un verde asombroso, fruto de las copiosas lluvias de días anteriores. Así, poco antes de las 13 horas, hicimos un alto en La Candelaria, pequeño caserío totalmente rodeado por los Cerros del Ancasti, a la orilla de un arroyo, procedimos a atacar nuestros sandwichs de salame y queso (ricos!!) con bebidas que compramos en el almacén. Cumplida mas de la mitad de la travesía planeada (por ese día), nos tomamos un merecido descanso a la sombra de los árboles. Tras cruzar el arroyo de La Candelaria el camino se empina de una manera salvaje durante casi 7 Km., pasamos por San José y Acostilla, pequeños poblados sumidos en la tranquila paz de las serranías y cruzando un par de arroyos enfrentamos la ultima y larga subida que nos deja el descenso final hacia la Villa de Anquicila. Allí nos alojamos en la hostería y comimos ricas empanadas en el almacén de Don Veron, matizadas convenientemente con espirituosos fluidos.

El segundo día debía enfrentarse con tranquilidad, porque apenas se cruza el puente en Anquincila y se tuerce a la izquierda se inicia una serie de subidas que, como diría mi amigo Mendieta, “Ahí te quiero ver !!”, Hasta llegar a El Taco ... se acaban las subidas ? ... No, pero ya no son tan salvajes y las bajadas son mas largas. El clima nos acompañaba de una manera asombrosa. Morteros tiene 4 casas (no hay almacén), siendo pasadas las 11am, nos reabastecimos de agua, los salame y queso hicieron su aparición y tras un breve descanso reanudamos. Desde ahí hasta las antenas las subidas interminables nos regresan a la realidad del macizo del Ancasti, cuanto más bajas, mas tienes que subir después. Hasta que al fin llegamos a la cima de la Cuesta del Portezuelo. En este punto Rodrigo, tal cual lo conversado la noche anterior, bajaría la cuesta, no olvidar que venia todo el tiempo en 34-28, y además su señora esposa ya lo esperaba en Catamarca. Siendo las 14:00 y liquidando los últimos salame con queso, nos entregamos a una reparadora siesta, antes de encarar la ultima gran subida hasta Huayco Hondo (14 Km.) y desde ahí bajar hasta Guayamba y finalmente a la tranquila villa serrana de El Alto, donde ya nos esperaban otros integrantes de la agrupación, Roberto Queirolo, Luis Quiroga y Alejandro Yocca, que pedalearon 140 Km. por RN 64 desde Santiago del Estero, con los cuales compartimos aperitivos y cena. Como curiosidad, tuvimos oportunidad de observar, apenas pasado el atardecer, en el límpido cielo serrano, al cometa McNaught es el más brillante que atravesó el firmamento en los últimos 30 años.

Ultimo día, retomamos 4 Km. hacia Guayamba hasta el cartel que indica Frías 65 Km. (son 72), Los Corrales 21 Km. (son 30), el camino entra hacia la izquierda e inmediatamente comienza a bajar raudamente hacia el río Guayamba, lo cruzamos y ... otra vez para arriba ! El paisaje serrano premia nuestros esfuerzos llenándonos los ojos con hermosas vistas, frondosas arboledas y principalmente con el canto de cientos de pájaros. Subimos y bajamos decenas de veces, cruzamos alguno que otro curso de agua, algunos con mas, otros con menos, algún pinchazo, pero llegamos a Los Corrales, hay almacén, donde adquirimos víveres, nos refrescamos un poco, reabastecimos cantimploras y nos dispusimos a desafiar los últimos Km. de subida. A 5 Km. de Los Corrales hay una bifurcación, la derecha nos lleva a Vilisman (otro día vamos a ir por ahí), torcemos a la izquierda ya en descenso franco. Unos 12 o 15 Km. mas y el terreno se pone cada vez mas llano, ya no son subidas, apenas algún repecho cortito. Siendo las 11:30 AM, pasando una escuela con un tanque de agua, encontramos un quiosco donde brindamos anticipadamente por este viaje extraordinario. Sobre el mediodía llegamos a Frías a la casa de la tía de Mario, la cual amablemente nos permitió darnos un reparador baño, rehidratarnos y partir por RN 157 hacia Lavalle, donde nos esperaban nuestros amigos, que encontramos en El Alto y descendieron por ruta pavimentada, para compartir un asado y finalmente volver a Santiago del Estero.

Esta es una salida que requiere de cierto nivel de entrenamiento, si es que se la hace, como nosotros, SIN VEHÍCULO DE APOYO, de lo contrario el nivel de exigencia es mucho menor y se puede disfrutar, igualmente, de un exquisito paseo, conociendo lugares muy poco transitados y de admirable belleza, en total contacto con la naturaleza. Si bien en época veraniega algunos arroyos pueden venir cargados, también se puede hacer la travesía en el resto del año.

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#71960Fecha: 27-01-2007