Sin descubrimientos, varias reflexiones

Sin descubrimientos, varias reflexiones

Un viaje de varios km? No. Un viaje de varios días? No. Que tiene de importante? Dejar la comodidad del camino conocido, la comodidad de una Specialized y de todo su biri biri… Arrancar aunque haya varias dudas a las 5:15am, e incertidumbre por pedalear por caminos rurales todavía de noche. Arrancar con frío, pero con esa sensación de estar de viaje, de estar de “aventura”, con la misma sensación de estar en la Patagonia empezando a subir un cerro. Pero ahora no a 2000km de casa, si no empezando la aventura desde casa, y con solo hacer 10km ya darme cuenta que esto se ponía bueno. Darme cuenta y darle el espacio a la reflexión, de que no necesito de nada de todo eso con que te bombardean, no necesito nada de Trivago, ni ningún paquete turístico, por qué esos son los que te quieren convencer de que venden felicidad, pero ahí está el punto, a un ciclista no se lo debería de poder convencer de que te pueden vender la felicidad, por qué “el ciclista es un animal que tiene la libertad en sus piernas”. Y es más, no solo está en su mejor bicicleta, si no también en la más sencilla, en esa bici que no se puede vender pero que también vale un monton, la que si se apoya en los pastos largos da alegría y orgullo por qué es la que te llevo hasta ahí. Por qué la felicidad está ahí, en agarrar algo que comer, agua y salir a dónde no has andado, para ver lo no visto, lo que te contaron pero que hasta que no estás ahí no vale. En ver a las vacas curiosas que se asoman si paras, en que te acompañe algunos metros un pajarito volando a la par, en ver a un zorro que se frena en medio de la calle y te mira como agudizando los ojos para distinguir que sos y después seguir su camino, una cava llena de patos y gallaretas, un pueblito de pocas cuadras, la felicidad está con vos si vas en bici.