Bicio Viajero: La Guacha Turra en las encadenadas
He aquí un compendio poco ilustrado de errores y aciertos, de rutas peligrosas a contra viento, natación y del hambre de gloria de los colegas en los pueblos del sudoeste de bs as, en un viaje de verano. El primer error es no poseer cámara, así que las pocas fotos que hay son de mi amiga Ceci y una que rescaté de una chica (Molusco Decó, chas gracias!) en Epecuén.
El viaje comienza con la salida de casa hacia lo de mi amiga, allí cargo la bici en su flamante Gol usado. Ella buscaba un acompañante para el tramo LP-30 de Agosto (cerquita Trenque Lauquen) y yo una motivación para salir de la civilización y arrancar. Asegurada la puerca atrás con doble cinturón (nadie quiere que se le venga la bici en una frenada sobre la cabeza) partimos rumbo a su pueblo natal.
Allí disfruté de la natación, la vida de campo, mucho asado (mi primer chivito incluído) y de una pedaleada diaria de unos 20km del pueblo a la estancia San Francisco. Ahí la colgué como una semana, durante la cual no hallé nunca a nadie en el cuartel de bomberos, uno de los objetivos del viaje visitar a los colegas.
Hasta que partimos a Cochicó, la familia de ellos en auto y yo por la 33, donde a mitad de camino venden el sanguchón de vacio más grande que existe, que no compré porque me iba a hacer un arroz, pero un camionero me obsequió uno. Empieza mi buena relación con ellos...
En Cochicó me quedé 3 días y 2 noches, en los cuales infructuosamente fui cada día a Guaminí a visitar a los colegas. Incluso marcando el 100 no me atendía nadie, escuchaba desde la puerta del cuartel que sonaba, y luego me enteré que hay que llamar al 101 que la policía es la que pasa la emergencia, incluso ellos manejan una sirena para alertar al personal. Allí pagué una noche en el camping y la otra levanté los bártulos antes de que pasen a cobrar.
De allí partí rumbo a Epecuén, donde me quedé casi una semana, primera noche en el balneario donde llegué sin luz delantera (segundo error) y me tuve que quedar ahí al lado de la garita del cuidador. En eso aparece un grupo de ciclistas, me clavo un daiquirí y ya con su iluminación conozco la villa inundada de noche. A la mañana, luego del baño matinal en la laguna, me dispongo a levantar la carpa y llega el encargado de turismo a decirme, muy amablemente por cierto, que ahí no se puede acampar, le explico que la noche me agarró sin luces a modo de excusa y levanto los bártulos. Mi condición de viajero come arroz y fideos, sumada a la de bombero, me valieron el apadrinamiento del cuidador del camping de Carhué, así que ahí fue gratis la estadía. Sumo el tercer error garrafal: escaviar. Por eso me perdí una duatlón amistosa. Muy linda la villa, hay que saber que cobran entrada, cosa que no supe cuando volví de día, pero que solucioné entrando sin anestesia y saludando al mejor estilo local que va a entrenar... luego salté el cerco porque me dio vergüenza y porque atrás se venía la tormenta, la única que sufrí con mi carpa vieja que se llovía.
Salí rumbo a Laguna Alsina por camino rural con un calor que rajaba el piso, a los 15km o menos por un camino durísimo y seco paró una mujer y me llevó hasta el pueblo Arroyo Venado, donde pasé de largo, no sin antes sentarme en el Árbol Sólo (monumento a la nada) a tomar café, hecho con mi moka china imitación de italiana, que luego sería hurtada en Punta Indio por un gaucho que además me robó la cuchilla. Llegando a Guaminí me encontré a los bomberos volviendo de un incendio de campo, los seguí y allí departí un rato y salí cargado con una botella de agua congelada, recurso fundamental para hidratarse en incendios en los cuales se camina varios km con mochila de agua al hombro. Una zambullida en la laguna de ahí y sigue el viaje.
Llegada a Laguna Alsina, me tiro a nadar, armo la carpa y tiro los bártulos adentro, para establecer un record: Asado veloz, 18:30 salgo de la laguna rumbo al pueblo a 11km, el viento ya empezaba a sonar raro, compra de carbón, vacio y chorizos. Terminé de comer a las 20:45 aprox!.
Lo que siguió cambiaría mi concepción de los viajes por siempre: el viento. Estando ya pipón de la comida se desata una tormenta de viento, que duraría hasta mi llegada a Cañuelas. Primero tuve la esperanza que fuera a favor, pero Eolo me la tenía jurada. Revienta una varilla de mi carpa por la fuerza incluso. Lo peor es que era aire caliente del norte, mucho, volaban cosas, el viento hacía sentir su rigor, y era comentario común entre la gente que me cruzaba el cómo podía andar con eso en contra. Puse el stem negativo para hacerle frente, luego mi cintura me pasaría factura. Y allí, en medio de la ruta 65, luego de penar en curvas cerradísimas con camiones de hacienda en el tramo que bordea Cochicó y Alsina (peligrosísimo!), incluso por confiado en una recta pensé que un camión me adelantaba lo más bien porque nadie venía de frente, y éste pasó echándome un fino y a los bocinazos, por lo cual un instinto de supervivencia me hizo tirarme al pasto y fracciones de segundo pasó el camión chupado de su misma compañía (el 2do jefe de Daireaux me explicó que es práctica común para ahorrar gas oil y un problema que ha generado más de un muerto entre los camioneros), descubrí que no había manera de cocinar por la correntada. En eso el patrón de los caminos, el gauchito Gil, me prestó su caseta y allí a su vera ese arroz con mucho ajo y un sachet de atún marca Dia % me sabieron a gloria.
En Daireaux supe que el camping queda para los lugares turísticos, presupuesto bajo no da para hoteles, voy al campo de deportes municipal y justo están acampando los chicos de la colonia que me ven como un ET. El encargado me explica las obvias complicaciones para quedarme ahí, pero pone muy buena onda, aunque siendo yo docente no tenía ganas de tener problemas con menores de edad, así que me voy al cuartel donde me reciben de primera, y entre muchas botellas de alcohol, principal recurso para obtener fondos de ese cuerpo, me tiran un colchón cerca de una cocina. Es tan buena gente ese glorioso cuerpo, que cada bombero que pasaba me hablaba como si yo fuera un civil, lo cual me dio la pauta de que ahí se puede parar en viajes.
Otra vez a la ruta, ahora la 205 llegué a Bolivar, donde tampoco hay camping, pero el jefe del cuerpo local me dio asilo para seguir al otro día. No mucho que contar en ese lugar, donde casi no vi bomberos y di una vuelta por un parque y me guardé temprano, me hice unos fideos y dormí en una cama luego de más de una semana.
Quedaba el cuco por delante: 180km entre Bolivar y Saladillo, y el viento no daba tregua, sólo el gauchito me daba fuerzas para seguir, así que antes de la policía caminera (unos 90km pedaleados) encontré dos camioneros tomando mate, así que visto que la noche me agarraba el que iba en mi sentido accedió a llevarme hasta Saladillo, ya que viento en contra era imposible pretender seguir pedaleando luego de casi 10 horas sobre la ruta. Lo peor del viaje fue llegar a los bomberos y que no me dieran asilo, así que salí con mi luz trasera a la ruta, pensando que capaz llegaba por el pasto hasta el peaje, o simplemente para acampar en medio de la nada, ya que me dio muy mala espina ese lugar, desde que llegué incluso los autos me hacían maniobras peligrosas, irresponsables y se notaba que había poco respeto por el que circula en bici ahí. Ya salido de la urbe veo el cartel que me avisaba lo que ya sabía: fin de la banquina a 300mts. Ya me mentalicé a rodar algunos km por el pasto (aguanten las CST Corporal y su protección antipinchadura) cuando para un camión de YPF delante mío, se baja un jujeño llamado José al son de "¡¡¡¿qué hacés papá?!!! Te van a matar acá!" y me subo a su camión, segundo que subo en el día y en mi vida. El Gauchito sin duda me daba una mano, y José que venía para mi barrio acá en por Ensenada tenía el vigía lleno, un pen drive que dice todo, incluso indica si hay alguien sentado de copiloto, cosa que está prohibida y me aclara que me levantó por eso y porque no tenía carga, cosa que hace que no lo monitoreen tanto. Me dejó en la entrada a la laguna a Lobos, donde acampé al lado de un cartel que indicaba la prohibición de esta actividad, y desperté rodeado de carpas, no se si porque les di coraje al armar la mía o porque simplemente lo hacen. La segunda noche pagué el camping, de esa manera lavé ropa y dejé las cosas armadas ya esa tarde. Carísimo y monopólico el camping de Lobos, luego bordeando la laguna encontré puntos donde uno puede acampar gratis. Lo bueno es que sólo pagué una noche de estadía aquí y otra en Cochicó.
A seguirla penando hasta Cañuelas, camino allí vi los dos primeros viajeros, un par de gringos que iban en dirección opuesta, y me crucé con el Tractor Amarillo, Daniel Escorza cicloviajero si los hay, quien me dio una mano para subir la bici al furgón, donde no pagué el pasaje y sumado a que Ceci no me aceptó dinero para nafta y gas en la ida, no gasté nada en transporte. Un capo Daniel, me dio unos consejos filosóficos de como no se puede luchar con el viento y que es mejor ir cómodo que aerodinámico corporalmente en este rubro, sumado a que debí cargar el trailer (otro error ya que entraba en el auto) , porque labura mejor al ir bajo, y tener todo el peso y bulto sobresaliente atrás complica la cosa, así que ahora tengo portaequipaje delantero... 3 de ellos!.
La velocidad media entre Alsina y Cañuelas debe haber sido de 10km/h, si hubieran sido 8km/h es lo mismo, pero siempre salí tarde en cada jornada.... mas errores.
Agradezco a Ceci Olivera y toda su tribú de 30 de Agosto y San Francisco, a los bomberos (menos los de saladillo), a los muchachos que me hicieron conocer Epecuén de noche, al cuidador del Camping de Carhué, a los camioneros que son compañeros de ruta y gracias gauchito!
Opinion de Bicio Viajero: La Guacha Turra en las encadenadas
Coincido, muy buen relato, aunq las fotos bastante arbitrarias jeje, pero diste la explicación. Bastante aventurero el viaje, muy bonito, felicidades.
Saludos
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Felicitaciones Martín, se nota que te sobra el sentido de la aventura y las ganas de divertirte. Los errores cometidos... bueno, la próxima no te pasan. Abrazo!!!
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El "arbol solo" de Arroyo Venado, es el monumento a la amistad. Lamento el robo de tu cuchilla, pero si me das mas datos te la recupero.
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Ah!! , había entendido mal, anoche en la cena de ciclistas locales lo comenté, y todo coincidieron en que seguro la habías perdido por el camino, que no podía ser que alguien te robe algo por estos lados, también fui a los bomberos , que paso todos los días a buscar a mi hijo al jardin, y siempre hay gente. a las 5 de la tarde se juntan los bomberos todos los días en el cuartel. y salen seguidito a las emergencias , porque tenemos varias rutas que se cruzan en guamini. y siempre hay accidentes.
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ya estaba pensando en recorrer el camino a carhue para ver si te encontraba las cosas.
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a: pharma
¡¡¡Que grande!!! Nah, en Carhué,, Guaminí, Laguna Alsina, quién te va tocar las cosas! Toda gente copada como vos me encontré nomas. Que grandes los bomberos de Guaminí, cubren mucho campo y tambien esa intersección de la rotonda, muchísimo movimiento.
La vez que me robaron la cafetera fue por descuido, ya que había una fiesta con jineteada en un predio al lado del camping y debí guardar las cosas. El ladrón me dejó un vaso de vidrio grueso, con la espuma del ferné y todo, aún lo conservo. Abrazo!
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En cochicó, no se si diste una vuelta por las calles de la villa, pero la cabaña de tiene un cartel que dice vendo ó alquilo, es mia, y todos los ciclistas pueden armar la carpa en el patio, enfrente cruzando el terreno estan los baños y las duchas. el mismo cartel tiene mi teléfono. es gratis para cicloturistas.
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muy buen relato martin y linda experiencia de viaje , consejo para la ruta siempre hay que estar preparado abrazo grande
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a: sebaxx2001
Gracias, Seba. Como decís hay que estar listo para todo, pero por sobre todas las cosas para dar una mano desinteresada como las que me dieron a mí, uno nunca sabe cuando vuelve! Abzo!
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a: julianbuccella
De una, restando que el tramo de las rutas 65 y 205 es muy duro, más a contraviento como me tocó, y sumando que el amigo pharma ofrece asilo en Cochicó, que es hermoso pero tiene esa cosa de turismo en masa que puede no gustar, realmente es para hacerse una vuelta por las encadenadas y si hay tiempo se puede mechar con un sierra de la Ventana. Gracias por comentar! Abzo!
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Qué bueno que todavía siguen quedando camioneros copados. Hace mucho años me volví de Tandil a Bs As en bici, paraba a comer donde veía camiones y siempre se ofrecían para alcanzarme o te saludan en la ruta.
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a: nico911
Todavía sigue quedando gente copada, eso es una realidad, a gamba, en bici, en camión, como se nos ocurra y también el menos pensad. por el sudoeste mucha gente buena y solidaria por suerte. Y también hay de los otros, pero no hay que dejar que nos amarguen, eso creo que fue lo que más limpio saqué del rato que hablé con José el camionero, que dicho sea de paso recorrió medio país en dos topbike con su hijo, un tipazo! Gracias Nico! Abzo!
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Muy buena Martin, la Kilauea ya habia conocido esos pagos, en diciembre seguro los salga a conocer la Hahanna.
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a: geobikelp
Que grande Seba! No me lo imaginaba, pero en el fondo no me extraña nada de un aventurero como vos. Aún no se pa donde arranco este verano, veré que me depara el destino, mientras junto fondos. Igual la konita no sale, me voy o con la koga o la scott dependiendo donde arranque, es más aún estoy dudando si darle curso al kilauea y mientras seguir con la gt (a esa le debo un viaje) en acero y esperar por otro kona de acero en algún momento de mi vida... mucho bicio en casa. Un abrazo Seba querido!
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hola amigo el finde estuve en cochico parando en la cabaña de pharma que te comenta mas arriba un lugar hermoso donde sin dudas volveremos toda la flia nuevamente, fui a correr a guamini y el lunes pharma me llevo a recorrer epecuen en bici desde carhue, conocimos muchos lugares fantasticos junto a amigos, un abrazo y suerte en tus salidas!!!! (ahora subo fotos)
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