Mi primer Rio Pinto

Desde el momento que escuché hablar de la carrera hará 2 años, cuando retomé el ciclismo, quise participar. Este año se dió y con dos amigos decidimos anotarnos. Fué todo lo que me imaginaba y mucho más.
La fiesta empezó ya desde la ruta, salimos el jueves y eran incontables los autos y camionetas con bicicletas que cruzabamos. Cuando estabamos llegando a la cumbre empezamos a cruzar ciclistas solos y en pelotones entrenando en la ruta o entrando en los caminos de tierra.
Obviamente que lo primero que hicimos ni bien paramos fue sacar las bicis y aprovechar lo que quedaba de la tarde para salir a dar una vuelta.
El Viernes, con más tiempo nos metimos en el camino a San Marcos Sierra para reconocer la subida al mirador. Bajamos un par de km y volvimos a subir. Nos sacamos un poco el zogaca de la gran trepada. Después visitamos la feria y retiramos los kits.
El sábado descansamos un poco y mimamos las bicis para dejarlas listas para el gran día.
El tiempo venía de mal en peor, lluvias débiles pero constantes. Se comentaba que la bajada de cuchi corral estaba muy brava, especialmente en la parte final de lajas.
Por suerte el Domingo amaneció totalmente despejado. Cerca de las 9 salimos para La Cumbre (largabamos últimos, yo en B1 a las 10:15 y mis compañeros de B2 a las 10:30). Solamente en mi categoría se juntaba el doble de gente que en una carrera rural de Buenos Aires. Era impresionante ver tantas bicis.
Muy puntualmente largó la simbólica, pasamos por la alfombra que tomaba el chip y 10:15 salimos.
Yo había quedado en sacrificar 15 minutos para ir con mis amigos, así que en el km 5 paré y me quedé mirando como pasaban todos hasta que llegó la B2. Ahí empezó realmente la carrera.
El circuito es una belleza y se disfruta cada km. La bajada estaba bastante bien, pasamos muchos vados, sólo en uno tuve que cargar la bici al hombro y después de 40km llegamos a la subida. La hicimos con uno de mis compañeros a rueda pasando mucha gente (la ventaja de largar último, casi nadie te pasa a vos). Llegamos arriba bastante enteros y seguimos. Mi amigo estaba muy embalado y se alejó un poco.
Uno piensa que ya pasó lo peor pero no es así. Ni bien llegás a la ruta te encontras conque todavía tenés que atravesar varios vados, y unos 200m de barro que estaba intransitable. Más alguna subida corta pero brusca. Supongo que por el barro hicieron un desvío de 1km para cruzar la ruta todo por pasto húmedo que parecía esas trampas para moscas. Finalmente entramos a La cumbre y a darle los últimos metros hasta cruzar la meta.
Tiempo cronometrado 4:58 (menos esos 15 minutos de espera).
Realmente fué una experiencia bárbara y espero poder repetirla el año que viene y bajar el tiempo.